Cala Maset, Sant Feliu de Guíxols
En Sant Feliu de Guxols, Girona, esta calita de apenas 25 metros es un refugio perfecto para quienes más que arena lo que desean es agua. Tranquila, sin corrientes, arropada por fuertes macizos y paisaje mediterráneo, la inmersión exitosa está asegurada.
Cala Macarella, Menorca
Dicen que es una de las calas más bonitas de Menorca, y puede que el color de sus aguas y su limpieza sea una de las (indudables) razones para ello. Razones que también nos invitan a cogernuestras gafas y tubito para ver que hay en ese precioso fondo. Lo haremos en la zona de los acantilados que se localizan en su extremo oriental, con grutas y pequeñas cavidades perfectas para nuestros fines. Para quienes deseen algo (aún) más tranquilo y con aires nudistas, a diez minutos andando está Cala Macarelleta.
Es Calo de Sant Agusti, Formentera
A las calitas de Sant Agustí ya que nos habíamos asomado por la costa, y ya decíamos que, para los habitantes de Formentera, estas son las aguas más puras y cristalinas del Mediterráneo. Razón no les falta, y puedes comprobarlo tú mismo en sus calas de arena blanca o en las de roca, perfectas para practicar snorkell, puesto que (si el mar está tranquilo) podrás contemplar las formaciones de roca debajo del agua. Eso sí: lleva calzado apto.
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